martes, 8 de diciembre de 2015

El paraiso en la Divina comedia


Estamos ya, igual que Dante, a punto de acabar nuestro paseo por los reinos de Ultratumba. Ya hemos compartido los horrores del infierno, hemos penado con las almas del purgatorio y ahora nos toca compartir las glorias del paraiso. Vemos, en primer lugar, cómo se conectan los tres reinos de ultratumba.




El paraíso , igual que infierno y paraíso, va a estar construido sobre el núero 9 y se configura de la siguiente manera 





  
La principal diferencia entre el Paraiso y las otras dos esferas es que éste es etéreo. Al igual que el Infierno se divide en nueve zonas. Las siete primeras se corresponden con cinco de los actuales planetas, el Sol y la Luna, correspondiéndoles a las almas un lugar acorde a una virtud por la que destacaron en vida.  La octava son las estrellas fijas y la última el cielo cristalino (o "Primer móvil"). Culmina el paraíso en el Empíreo desde donde todas las almas contemplan directamente a Dios. 






La segunda gran diferencia es que Virgilio ya no va a ser el guía de Dante. De hecho, por ser pagano, tiene prohibida la entrada en el Paraíso y por eso se despidió de Dante al culminar su recorrido por el purgatorio, donde ya lo deja en . manos de Beatriz (Canto XXX del Purgatorio). Así, será Beatriz, la amada de Dante a quien dedicó y a quien elevó a nivel de "donna angelicata" en su Vita Nuova quien lo conduzca por las esferas celestes. Mientras Virgilio representaba el intelecto, la razón, Beatriz simboliza la verdad iluminada (ya que sólo con la razón no se llega a Dios) y será en algún momento ayudada por San Estacio y san  Bernardo. 

procedencia de la imagen

La Tierra es, por tanto,  el centro del universo, a cuyo alrededor se disponen de manera concéntrica las ocho esferas celestes. Las primeras siete corresponden a la órbita de los planetas (entre los que se incluían el sol y la luna) y la octava – la más exterior- es el cielo de las estrellas fijas, llamadas así porque durante su órbita se desplazan todas a la vez.
Por fuera de esas nueve esferas está el Empíreo, que es un lugar inmaterial, espiritual e inmóvil en el que se encuentra Dios, a quien Dante representa con una potente luz. A su alrededor están los espíritus bienaventurados, formando una gran rosa (rosa mística o celestial) y el coro de las nueve jerarquías angélicas. La inmovilidad del centro luminoso





 

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