Durante la Edad Media las narraciones breves sufren un espectacular apogeo. La intencionalidad de estas narraciones es diversa (y no única): servir como apoyo de los sermones religiosos que invitaban al vivir santamente para poder merecer la vida eterna, simple divertimento enfocado, especialmente, a la nobleza y la corte o con intención burlesca y crítica.
Si bien muchas de las narraciones que circulan son fruto de la inventiva de un autor concreto, es innegable que los antecedentes de otras tantas pueden rastrearse siglos antes. Encontramos versiones y reformulaciones de fábulas clásicas de Fedro, de historias contenidas en el Panchatantra, de leyendas folklóricas orientales y occidentales, emparentadas con mitos...
Las principales antologías medievales son las siguientes:
Las 1001 noches
es el producto de poner por escrito una colección de cuentos que se forjó en el siglo IX y que fue sufriendo transformaciones y añadidos hasta que se escribió en el siglo XV, época en la que ya conoció alguna traducción en lengua romance y que influyó a autores como don Juan Manuel y Boccacio.
El argumento es bien conocido. El rey Schariar quiere vengarse en la figura de todas las mujeres de su esposa, quien lo había engañado con su hermano. Cada noche se une a una doncella a la que decapita al llegar la mañana. Un día, Sherezade, hija del visir, se ofrece voluntaria a arriesgar su vida pues cree tener la forma de aplacar la ira del rey. La noche en que se conocen le empieza a contar una historia de tal modo que el rey la escucha embelesado y embebido en la historia; llega el amanecer...pero la joven no ha terminado el relato, de modo que el rey le perdona la vida para conocer cómo acaba. Así, durante 1001 noches, la joven enlaza historias y enamora al cruel rey salvando su vida y viviendo, al final, una historia de amor.
Los temas de los cuentos son variadísimos y nos reproducen a la perfección el ambiente oriental de la Edad Media: gastronomía, profesiones, tipos, costumbres...Podríamos dividirlos, grosso modo, en cuentos fantásticos (Aladino), de aventuras (Simbad el marino) y realistas.
La obra ha inspirado ballets, versiones televisivas y cinematográficas y alguna tan curiosa como esta.
El Decamerón
La obra más importante de Bocaccio es esta colección de cuentos narrados a lo largo de diez días por diez nobles florentinos (siete mujeres y tres hobres) que huyen de Florencia para escapar de la peste que asoló esa ciudad en 1348. Por orden, el "rey" de la jornada indicará a sus "súbditos" cuál será el tema de las historias que tendrán que contar al día siguiente. Las historias les sirven para evadirse y despreocuparse.
Estos cien relatos ofrecen un mosaico de la sociedad italiana de la época y los tipos que pululan por sus páginas, la mayoría vitalistas y que disfrutan la vida, presagian el tono renacentista que invadirá la literatura pocos años después.
A pesar de la variedad de temas, dos destacan entre los demás: el amor en sus distintas facetas y el ingenio, que permite salir de grandes atolladeros.
Esta recopilación medieval de relatos del siglo XIV se la debemos a Geoffrey Chaucer. Se trata del intercambio de relatos entre peregrinos que se conocen en una fonda y proponen hacer más ameno su camino hacia el templo erigido en memoria de Thomas Becketn en Canterbury relatando cuentos. Los diálogos entre los relatos dotan a la historia de verosimilitud y amenidad.
La propuesta inicial es que cada peregrino cuente ordenadamente dos cuentos a la ida y dos a la vuelta, pero si tenemos en cuenta que la edición que nos ha llegado es de 24 cuentos y sólo en el viaje de ida, nos percatamos de que no se ha respectado el plan inicial. Además los peregrinos se interrumpen, alguno cuenta dos relatos seguidos porque uno le recuerda otro, o se pierde el hilo debido a los diálogos e interacciones entre historia e historia.
Igual que el Decamerón, la obra está llena de personajes pintorescos y que representan a la totalidad de la sociedad inglesa del siglo XIV. Ya en el grupo de peregrinos hace Chaucer una selección que recoge los distintos estamentos de la época.
A la Iglesia(que no sale bien parada) pertenecen el fraile mendicante, la monja y el monje; el ejército está representado por el hidalgo, el escudero y el terrateniente. El propio narrador (en su doble papel de narrador y personaje), la llamada "Viuda de Bath", el mercader, el magistrado y el estudiante serían la representación de la burguesía. Y, por último, para que el pueblo esté presente, se incluyen
el campesino, el molinero, el mayordomo y el alguacil.
Como en las otras recopilaciones, las fuentes de las que ha bebido Chaucer son muy diversas. Estas van desde el propio Decamerón (que el autor leyó durante una estancia en Italia), hasta los lais de María de Francia que inspiran los relatos de ambiente aristocráticos, pasando por fábulas, romances del ciclo artúrico, fabliaux satíricos, leyendas bretonas...
Estamos ya, igual que Dante, a punto de acabar nuestro paseo por los reinos de Ultratumba. Ya hemos compartido los horrores del infierno, hemos penado con las almas del purgatorio y ahora nos toca compartir las glorias del paraiso. Vemos, en primer lugar, cómo se conectan los tres reinos de ultratumba.
El paraíso , igual que infierno y paraíso, va a estar construido sobre el núero 9 y se configura de la siguiente manera
La principal diferencia entre el Paraiso y las otras dos esferas es que éste es etéreo. Al igual que el Infierno se divide en nueve zonas. Las siete primeras se corresponden con cinco de los actuales planetas, el Sol y la Luna, correspondiéndoles a las almas un lugar acorde a una virtud por la que destacaron en vida. La octava son las estrellas fijas y la última el cielo cristalino (o "Primer móvil"). Culmina el paraíso en el Empíreo desde donde todas las almas contemplan directamente a Dios.
La segunda gran diferencia es que Virgilio ya no va a ser el guía de Dante. De hecho, por ser pagano, tiene prohibida la entrada en el Paraíso y por eso se despidió de Dante al culminar su recorrido por el purgatorio, donde ya lo deja en . manos de Beatriz (Canto XXX del Purgatorio). Así, será Beatriz, la amada de Dante a quien dedicó y a quien elevó a nivel de "donna angelicata" en su Vita Nuova quien lo conduzca por las esferas celestes. Mientras Virgilio representaba el intelecto, la razón, Beatriz simboliza la verdad iluminada (ya que sólo con la razón no se llega a Dios) y será en algún momento ayudada por San Estacio y san Bernardo.
La Tierra es, por tanto, el centro del
universo, a cuyo alrededor se disponen de manera
concéntrica las ocho esferas celestes. Las primeras
siete corresponden a la órbita de los planetas (entre
los que se incluían el sol y la luna) y la octava – la más
exterior- es el cielo de las estrellas fijas, llamadas así porque durante su órbita se
desplazan todas a la vez.
Por fuera de esas nueve
esferas está el Empíreo, que es un lugar inmaterial, espiritual e inmóvil en el que se
encuentra Dios, a quien Dante representa con una potente luz. A su alrededor están los
espíritus bienaventurados, formando una gran rosa (rosa mística o celestial) y el coro
de las nueve jerarquías angélicas.
La inmovilidad del centro luminoso
Krimilda
se casa con Sigfrido quien es un héroe invencible debido a que se
baña en la sangre de un dragón que ha derrotado, sin embargo entre
los omoplatos tiene el único punto mortal ya que le cae una hoja
mientras se bañaba.
El
hermano de Krimilda, Gunther esta enamorado de una doncella llamada
Brunilda quien vive en un castillo rodeado de fuego, quien se
entregara como esposa solo a quien sea capaz de derrotarla, Gunther
reconoce su incapacidad y le pide a Sigfrido que tome su lugar, este
mediante un hechizo toma la forma de su cuñado y supera a Brunilda y
el foso de fuego.
Esta se
enamora del falso Gunther entregándose así a el cómo esposa. Sin
embargo Sigfrido rechaza esta entrega diciéndole que es mejor que se
desposen en publico. Esa noche durmieron separados por la espada
desenvainada, símbolo de la castidad de la E. Media.
Brunilda
jamás se entera del engaño hasta que años después bañándose en
el río junto a Krimilda empiezan a comparar a sus esposos, presionada
por la isilia de Brunilda, Krimilda en un arrebato de ira le muestra
el anillo que en la noche aquella Brunilda le entrego a Sigfrido en
señal de amor, revelando la terrible verdad. Brunilda, enloquecida
por el odio le reclama a Gunther su falta exigiéndole la muerte de
Sigfrido.
Los
Hermanos de Krimolda (Gunther y Hagen) debaten acerca de la muerte de
su cuñado dándose cuenta que no pueden traicionarlo porque han
hecho un pacto de sangre. Encomiendan entonces la tarea a su hermano
menor Geselt quien hiere a Sigfrido mientras muere entre los hombros.
ELEMENTOS
FANTÁSTICOS:
Dragón:
guardián del tesoro, se cree que anteriormente era un hombre que
tomó esta forma para custodiar mejor el tesoro.
Capa
invisible: utilizada por Sigfrido para vence a Brunilda en combate y
así ayudar a Gunter a casarse con ella.
Invulnerabilidad
de Sigfrido: al bañarse en sangre del dragón guardiándel tesoro.
Foso de
fuego: que rodeaba el castillo de Brunilda.
PERSONAJES:
Sigfrid: era un
temerario domador de dragones.
Krimilda: es la
hermana del Rey Gunther, se casó con Sigfrid.
Rey Gunther: Era muy
amigo de Sigfird, y hermano de Brunilda.
Brunilda: reina de
Islandia y esposa de Gunther.
Hagen: El guerrero
más fuerte del ejército de Atila, al que estaba aliado Krimilda.
Hildebrando: El
guerrero más fuerte del ejército de Gunther.
Odín: Era el padre
de Brunilda.
Atila el Huno: Era
el líder del único ejército que podría derrotar al de Sigfrid.
Fanfer: Es un dragon
del cual Sigfrido se baña de su sangre para hacerse invulnerable.
Fafnir : Era el
hijo del rey enano Hreidmar y hermano de Regin y Ódder, en la Saga
Volsunga.
Este tópico, el del poder igualatorio de la muerte, se remonta a la Roma clásica y al poeta Horacio que en una de sus sentencias declaraba: Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tabernas regumque turres (la pálida muerte hiere con pie igual las chozas de los pobres y los palacio de los reyes.
Este tópico tuvo gran fortuna durante la Edad Media en la que la presencia de la muerte era insoslayable debido a las guerras, epidemias y enfermedades que asolaban a la población.
Aquí puedes ver una presentación sobre el poder igualatorio de la muerte con alusiones pictóricas y literarias de distintos países y épocas
Otra presentación que hace un repaso al tópico a través de muestras literarias y pictóricas
Una de las muestras más representativas de este tópico la encontramos en las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique, donde podemos leer versos como los siguientes